PRESENTACION

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domingo, 1 de mayo de 2011

ESCALOFRIO

          No dejo de reconocer que en mi casa se vive con entusiasmo la Cruz y el Romero, y no por mi parte. Parece que ahora he revivido a menor escala lo que sucedió hace 15 años, cuando la que entonces era mi novia,  fue la madrina de la Calle Higueral. Sin haberlo vivido en el seno de mi familia, me entraron unos escalofríos cuando la vi salir de su casa el día de la verbena con la banda de música tocando el Romerito. Me acuerdo de ver a mi suegro muy emocionado, y los nervios de toda la familia por el cómo saldrá todo. Yo era ajeno a todo eso pero vi cómo el sentimiento hacia la Cruz del Romero se respiraba en el ambiente.

     Y hoy ha sido algo parecido. He visto como la ilusión de la madre y de los abuelos por ver a sus hijos y nietos como padrinos en el día de la Cruz Chica.

     Con antelación se realizan las cosas para que este día no falte nada. Que si el traje hay que arreglarlo, que si la banda (la hecho José Antonio Pavón, es preciosa), que si el collar y los pendientes, que si la mantilla y la flor, que si… La verdad son muchos detalles y cosas a tener en cuenta.

     Y hoy por la mañana, Pablo y Salomé se han despertado nerviosos, porque les gusta (no ha salido al padre). Sobre todo a Pablo, que desde muy pequeño se le ha notado ese gusto por la Cruz. Cada vez que estaba abierta la capilla, allí iba él, siempre preguntaba cosas de la cruz, le gustaba ver las fotos de madrina de la madre. Me acuerdo el día de la Puja del año pasado, se enganchó a las personas que iban con el simpecado y lo acompañó todo el tiempo. Y mi hija Salomé es que le encanta vestirse con el traje de gitana, le gusta la cruz pero no tanto como al hermano. Ella es muy coqueta.

     Hoy no ha hecho falta insistirles en el desayuno como todos los días, hoy se lo han tomado al minuto. Los abuelos tempranos en casa para vestirlos y la madre más nerviosa que los niños. Mi suegro que sale y entra de la casa, ha ido a la capilla para que suene las campanas. Y al final, los dos a la fila de la Cruz de la calle Higueral, como Padrino y Madrina, y los he visto disfrutar de lo lindo.

    He sentido otra vez esa especie de ESCALOFRÍO.


1 comentario:

Mª del Mar Camacho dijo...

Estaban guapísimos y lo disfrutaron al máximo, me ha gustado mucho este tablón Eusebio.